Bares y cafeterías con pedales

26-04-2016 0 comentarios TopBikesTDB

Si las bicicletas y sus usuarios están cada vez más presentes en la urbe, no solo los carriles bicis y los parkings les ceden espacio. También locales, como los cycle cafés, verdaderos lugares de encuentro de aficionados, donde tomar un café, además de reparar un pinchazo o ver la vuelta a España.

Están de moda

Empezaron en las grandes capitales, como Atenas, Londres, Berlín y Nueva York, pero ya podemos encontrarlos en países como Portugal, Francia, Japón y Australia. Al igual que otras costumbres, se han extendido gracias a las redes sociales, cuyo sentir es cada vez más fuerte. Tanto es así que ya existe una pequeña cadena con cuatro locales en Suecia, Milán y Tokio, Bianchi Café & Cycles.

La mayoría han surgido de la remodelación de un antiguo local, con la idea de reinventar su negocio, otros han partido de cero. Todos son algo más que una simple cafetería: cuentan con tienda, taller, formación y hasta conferencias y cursos de mantenimiento. Los que viven en Madrid seguramente conocerán La Bicicleta Cafe, el primer cycle café de España; una iniciativa muy bien recibida por los ciclistas de la capital, que ofrece, además, un espacio agradable para conectar los móviles y tablets, trabajar o estudiar. Hay intentos en otras ciudades del país, pero todo llegará. Es una expansión tan imparable como la afición al ciclismo.

Comparten la filosofía de fomentar el uso de la bici y facilitar que clientes y trabajadores del barrio puedan aparcar sus bicicletas en los parkings interiores, los que los tengan, como el Dandy Horse de Valencia.

Mientras tanto, sepamos que la primera cadena de este tipo de locales abrió en San Francisco hace solamente cinco años. El Keirin Cycle Culture Café, en Berlín, destaca por contar con un museo de bicicletas de época y organizar exposiciones de arte. Aunque hay otros cycle cafés en la capital de Inglaterra, el Look Mum No Hands de Londres presume de ser el mejor del mundo y de sus speed dating, encuentros entre ciclistas solteros; lo cierto es que es un singular y célebre punto de encuentro de los ciclistas londinenses.

Cómo reconocerlos

El exterior de Keirin Cycle Culture canta bastante con un mural de graffiti con bicicletas en el exterior, pero es fácil distinguirlos desde lejos: bicicletas candadas en la farola de enfrente o, incluso, junto a la puerta. Algunos de estos locales permiten entrar con la bici, pero no siempre hay espacio suficiente para todas. Su decoración es un homenaje al mundo del ciclismo, de competición o de afición, y destaca por tener en sus paredes póster, maillots, fotografías y hasta modelos de bicicletas; antiguas, famosas o curiosas.

Ambiente relajado, juvenil y muchas veces, cool, pues están en medio de la ciudad y son frecuentados por urbanitas. La verdad es que son un centro social donde conocer a otros aficionados y activistas del transporte sostenible, sensibles por el medio ambiente y deportistas.

Cada local tiene un enfoque particular, unos se dedican más a la hostelería, otros a la venta, otros a taller de reparación, contando con mecánicos especializados, que, mientras te tomas una tapa o un café, te reparan la bicicleta en menos de media hora. Conscientes de que sus clientes utilizan su bicicleta como medio de transporte, son rápidos en las reparaciones, más aún si hay cita previa.

Los clientes

Gente deportista, sana y pacífica. Así se definen ellos mismos, muchos de los cuales han vivido fuera del país y han adquirido costumbres europeas, como la de andar en bici por la ciudad. También abundan los extranjeros: suecos, alemanes y americanos, que añorando las cafeterías de sus ciudades, ven en los cycle cafés un lugar amistoso. Al mismo tiempo los hay quienes son del barrio y se mezclan entre los demás aficionados, llegando a formar una clientela cosmopolita e internacional.

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